EL BCE DECIDIÓ DEJAR TODO COMO ESTABA
No hubo sorpresas en la reunión del Banco Central Europeo que finalizó ayer. En la habitual conferencia de prensa posterior, su presidente Mario Draghi, confirmó que el programa de compra de activos por 80.000 millones de euros por mes seguirá hasta marzo de 2017 como estaba previsto pero aclaro que puede prolongarse en caso de que se considere necesario.
A su vez, se mantuvo la tasa de interés principal en 0% y en –0,4 para los depósitos. Con esto, el BCE busca forzar a los bancos a que presenten dinero a empresas y particulares.
La autoridad monetaria no logra que la tasa de inflación su ubique ligeramente debajo del 2% como es su objetivo y en los dos últimos meses la tasa fue del 0,2%. De todas maneras, el BCE destaca que su política expansiva evitó la deflación y durante mucho tiempo debilitó al euro lo cual favoreció a las exportaciones. Pero en los últimos meses la moneda común recuperó posiciones y esa tendencia puede mantenerse en la medida en que la Reserva Federal siga demorando la suba de tasas en Estados Unidos.
Para 2017 se redujo ligeramente el pronóstico de crecimiento que pasó de 1,7% en junio a 1,6% y ese mismo porcentaje se proyecta para 2018. Se prevé una tasa de inflación en 2017 de 1,2%, algo inferior a la pronosticada en junio pero en 2018 treparía al 1,6%.
Draghi aclaró que ninguno de los cambios registrados en el escenario económico tenía la magnitud suficiente como para inducir un cambio en la política monetaria.