Israel pone el mismo 'cebo' que Irlanda para intentar robar empresas al resto del mundo

Israel quiere que la tecnología siga siendo el motor de su economía. Por eso, en un momento en el que la valorada industria tecnológica comienza a estancarse, funcionarios israelíes se dirigen a Estados Unidos, Europa y Asia para ofrecer exenciones fiscales a grandes tecnológicas mundiales para animarlas a realizar más investigación, desarrollo e investigación en Israel. | Hungría desafía a Irlanda e impondrá el Impuesto sobre Sociedades más bajo de Europa
"Las empresas van a pensar a dónde quieren trasladarse o si van a trasladarse, y quiero que Israel esté en el mapa", ha declarado el director general del ministerio de Economía, Amit Lang, quien estará promocionando Israel entre gigantes tecnológicos en ciudades de la costa este de Estados Unidos esta semana y la siguiente. Después de su gira por Estados Unidos, planea continuar la promoción en Europa y Asia también.
Un plan propuesto por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico impediría a las multinacionales trasladar sus beneficios a otros países para pagar menos impuestos, por lo que tendrán que tributar en el lugar donde realizan sus operaciones. Más de 270 multinacionales ya tienen centros de I+D en Israel, y el desafío para Lang es mantenerlos allí y agregar otros nuevos a la lista mientras los países se preparan para implementar las propuestas de la OCDE.

Escasez de trabajadores

Israel está tentando con incentivos a las potencias internacionales mientras lucha por corregir una falta de personal cualificado en su propia industria tecnológica y crear un mejor entorno de negocios. La competencia será muy dura, porque no es el único país que recortará impuestos para intentar atraer a las empresas tecnológicas. Irlanda ya ofrece a las compañías tecnológicas y farmacéuticas un tipo del 6,25% en el Impuesto de Sociedades para los beneficios que son producto de la investigación y desarrollo.
Israel ha recortado incluso más en algunos casos. El Impuesto de Sociedades se ha reducido desde un 25% hasta un 6% para las compañías tecnológicas que superen unas ventas de 2.500 millones de dólares al año, y a un 12%  para las más pequeñas. El Gobierno también ha recortado la retención fiscal de dividendos desde un 20% a un 4%.
Estas medidas intentan invertir una tendencia que lastra la economía israelí. El sector tecnológico, que supone aproximadamente la mitad de las exportaciones industriales del país, creció más rápido que el producto interior bruto prácticamente cada año entre 1998 y 2009. A lo largo de los cinco años siguientes, lo ha sobrepasado solo una vez, en 2012.
"Hoy en día las compañías más grandes y ricas del mundo están invirtiendo en Israel, pero hay muy poca participación por parte del Gobierno", opina Sharon Shulman, socio gestor de impuestos en Ernst & Young Israel. "El Gobierno espera que con una mayor participación, más dirección y una legislación adecuada estas compañías harán inversiones significativamente más altas en el sector tecnológico israelí y lo llevarán al siguiente nivel".

Dura Competencia

Orna Berry, vicepresidenta corporativa para la innovación en el Centro de Excelencia Dell EMC de Israel, sostiene que las medidas fiscales de Israel son competitivas, pero ha destacado que Irlanda y Singapur han creado una ventanilla única para la inversión extranjera directa, mientras que en Israel las empresas aún necesitan contratar a abogados para moverse entre la burocracia.

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