De China a Brasil, pasando por Turquía, muchas de los grandes emergentes están siendo golpeados por una brutal combinación de eventos: las economías se ralentizan, los inversores sacan su dinero, caen los precios de las materias primas y los manifestantes toman las calles. Un recordatorio de que estos mercados pueden ser lugares difíciles para el dinero, tal y como analiza el diario The Wall Street Journal.
En el último mes, las expectativas del fin de las políticas de estímulo masivas a nivel global, principalmente por la recuperación de EEUU, están provocando una salida de capitales de estos países emergentes.
En China, a la restricción crediticia inducida por el Banco Popular de China se han añadido las preocupaciones por la ralentización de su economía, especialmente con la debilidad de los datos manufactureros.
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