Buck McKeon: el congresista que creó una industria global de drones
Muchos países, entre ellos China e Israel, construyen drones. Sin embargo, Estados Unidos es el líder mundial en la creación de la tecnología para estos aviones no tripulados, así como en la promoción de su uso, tanto para fines militares como civiles. El interés por los drones en EE.UU. cruza los borrosos límites de la política, tanto con los demócratas como con los republicanos que invierten en la industria.
El presidente Barack Obama, demócrata y liberal, ha sido más agresivo en su uso que su predecesor. Las fuerzas estadounidenses han lanzado alrededor de 360 ataques con aviones no tripulados contra los comandantes de al Qaeda y otros militantes desde 2009, de acuerdo con la organización New America Foundation. Eso es más de seis veces el número de ataques que el presidente George W. Bush autorizó durante sus dos mandatos.
El incremento del uso de aviones no tripulados llegó en parte porque la tecnología ha mejorado en los últimos años, lo que causó que los ataques se volvieran más eficientes y también porque Obama adoptó una campaña más centrada en acabar con los comandantes de al Qaeda y otros militantes en Pakistán.
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, dijo recientemente que su país pondría fin a los mediáticos ataques dirigidos con drones -profundamente impopulares en Pakistán- "porque hemos eliminado la mayor parte de la amenaza".
Menos conocido, sin embargo, es el hecho de que aviones no tripulados se utilizan en el espacio aéreo civil de Estados Unidos, Reino Unido y Europa.
Tendencia creciente
Las autoridades de Irlanda del Norte utilizaron drones para mantener la seguridad de los dignatarios en la cumbre del G8 en junio. En Alemania, los aviones no tripulados han sobrevolado las vías del tren en busca de artistas de graffiti.
Es una creciente tendencia aunque con baja representatividad en los medios. Muchos de los aviones no tripulados utilizados en Pakistán, junto con los enviados a Afganistán, ahora tienen un hogar permanente en Estados Unidos. Estos drones son entregados a los civiles que trabajan para la agencia federal de Aduanas y Protección de Fronteras, los departamentos de policía y otras oficinas gubernamentales.
La historia de cómo los drones obtuvieron un robusto lugar en la aplicación de la legislación nacional -así como en parte del mundo comercial- tiene sus raíces en Washington DC. Siguiendo el hilo del desarrollo de la industria del drone se podría rastrear hasta dar con un hombre: Howard "Buck" McKeon.
McKeon, republicano de California, es el presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara y el copresidente de un grupo legislativo que fundó, llamado el Congressional Unmanned Systems Caucus (Asamblea del Congreso para Sistemas No Tripulados), que apoya la expansión de la industria.
El poder de un legislador
Los oficiales militares en el Capitolio y los ejecutivos de la industria aeroespacial han acogido con satisfacción el apoyo de McKeon.
De las docenas de miembros en el Congressional Unmanned Systems Caucus en la Cámara de Representantes, McKeon ha recibido el mayor número de "contribuciones a las campañas relacionadas con drones" - US$833,650 de acuerdo con un informe de Hearst Newspapers y el Center for Responsive Politics.
McKeon es un caso particular que muestra cómo un miembro del Congreso puede trabajar dentro del sistema, operar dentro de los límites éticos creados por el Congreso y tener un impacto en la política, así como aumentar las ganancias de Boeing, Northrop Grumman y Lockheed Martin, empresas todas que crean drones en su distrito (California).
McKeon, quien no ha sido acusado de ningún delito o de cualquier violación de ética, negó reiteradas solicitudes de entrevistas para este artículo.
Hace años, los estadounidenses se sorprendieron por la forma en que el cabildero Jack Abramoff trabajaba dentro de los límites del sistema en Washington. Pero también fue declarado culpable de estafa o engaño y encarcelado por delitos graves.
Tras el escándalo, miembros del Congreso examinaron a conciencia sus normas éticas. Hoy, sin embargo, el sistema apenas ha cambiado.
Los grupos de presión fomentan los intereses de sus clientes, incluidos los fabricantes de aviones no tripulados; los contratistas, a cambio, financian a los miembros del Congreso, que a su vez trabajan en la legislación que regula su industria. Dentro de este mundo del dinero y la política, McKeon sin duda destaca.
No sólo es McKeon el destinatario de las contribuciones de los fabricantes de drones, sino además es también una de los defensores más férreos de la industria en Washington. McKeon y los miembros de su oficina de Capitol Hill tienen una estrecha relación con los grupos de presión y los contratistas.
La delgada línea de la ética
Una mañana de febrero, cuando McKeon caminaba por un pasillo de mármol hacia una audiencia en el Rayburn House Office Building, hizo una reverencia a unos hombres uniformados que se situaban al lado de una puerta. Las relaciones cordiales no son de extrañar. McKeon es el "principal aliado en el Congreso de la defensa del sector", según Defense News.
"Señores, ustedes no tienen mejores defensores que los miembros de este comité", dijo McKeon durante la audiencia sobre el presupuesto federal.
El ascenso del drone
1996 - Una primera versión del Predator voló sobre los Balcanes con fines de vigilancia.
2002 - Se utilizaron drones en la búsqueda de Osama Bin Laden.
2005 - Los funcionarios comenzaron a utilizar aviones no tripulados Predator para vigilar las fronteras de Estados Unidos.
2009 - La Universidad de Dakota del Norte ofreció la primera licenciatura en sistemas de aeronaves no tripuladas
2012 - Una nueva ley crea un proceso para integrar drones en el espacio aéreo civil.
2013 - La Administración Federal de Aviación (FAA) de EE.UU. emite certificados de drones, allanando el camino para su uso comercial.
Según un informe del "Más corrupto" de 2012, elaborado por investigadores de Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington, un grupo alternativo de control, McKeon es una de los muchos que recibió una "mención al deshonor" por una hipoteca que recibió en condiciones favorables y la presunta utilización inadecuada del personal funcionario.
Otro informe de Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington analiza la forma en que miembros del Congreso "utilizan sus cargos para su propio beneficio y el de sus familias".
El estudio asegura que la campaña de McKeon pagó a su esposa, la tesorera, un sueldo de unos US$118.000, en 2010.
McKeon recibió una vez un crédito -con una tasa de interés más baja- del prestamista Countrywide Financial, según señalan investigadores de Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington. Este hecho fue incluido en un informe del Congreso sobre el intento de Countrywide de influir en los miembros del Congreso.
McKeon no ha sido acusado de malas prácticas. Por ello, un vocero de McKeon dijo a un reportero del New York Times que el congresista californiano estaba "sorprendido y enojado'' de saber que su préstamo fue mencionado en tal investigación.
La controversia del uso civil
Los aviones no tripulados están sobrevolando Washington en ejercicios militares, señal de que los drones forman, cada vez más, parte del paisaje del país norteamericano.
Los pasillos del poder
El auge de la utilización de drones se puede atribuir en parte al triángulo de hierro, "una red de fuerzas públicas y privadas que combinan un afán de lucro con la planificación y ejecución de la política estratégica", según describe James Ledbetter de Reuters la red de contactos en su libro "Influencia Injustificada".Diez contratistas principales, grupo que incluye a Northrop Grumman, AeroVironment y Alliant Techsystems, pasaron la mitad de US$1.000 millones en actividades de cabildeo entre 2001 y 2012, según datos compilados para este artículo.Fuente: OpenSecrets.org - incluye el gasto sólo por las empresas matrices, no filiales, desde 2001 a 10 de diciembre de 2012.
El uso de los drones, sin embargo, está restringido al espacio aéreo designado específicamente, donde el personal militar vuela aviones no tripulados con fines formativos. Los agentes de policía y los agentes de la patrulla fronteriza también están autorizados a volarlos.
Aunque es probable que cambie, los drones no pueden ser utilizados para actividades comerciales. A instancias del Congreso, funcionarios de la Administración Federal de Aviación (FAA, en sus siglas en inglés) están buscando la manera de introducir drones en el espacio aéreo civil y esperan que para 2020, 10.000 drones ya estén en el aire.
La presencia de aviones no tripulados sobre las ciudades y pueblos ha preocupado a los legisladores, que temen que los drones espíen a la gente, sobre todo porque sus sensores "recopilan una buena cantidad de información", según la Brookings Institution.
Además, los drones están plagados de defectos. Uno se estrelló recientemente cerca de Panama City, en Florida. Y algunos informes de medios indican que otro podría haber sido hackeado.
Virginia fue el primer estado en aprobar una prohibición de drones. Desde entonces, Idaho y Florida siguieron el ejemplo. En Tennessee y Montana también se aprobaron leyes anti-drones.
Entre otras industrias, el cine hizo uso de estos aviones no tripulados durante la producción de la película de James Bond Skyfall y Pitufos 2... fuera de Estados Unidos. Los cineastas empezaron a hacer campaña en apoyo al uso de aviones no tripulados en Estados Unidos, donde las leyes todavía se lo prohíben a las empresas comerciales.
"Los drones son más seguros y mucho menos caros que los helicópteros tripulados", dijo Kate Bedingfield, vocera de Motion Picture Association of America. "Permiten obtener imágenes dinámicas, creativas sin poner a nadie en peligro".
Pero la industria se mantiene optimista. Mckeon es un ávido defensor.
Algunos informes aseguraron que McKeon y otros miembros del grupo legislativo Congressional Unmanned Systems Caucus supuestamente ayudaron a promover un proyecto de ley de Modernización y Reforma de la Administración Federal de Aviación (FAA), en febrero de 2012.
En él se establecen las políticas para el uso civil de aviones no tripulados en 2015 y está diseñado para facilitar su uso a periodistas, cineastas, biólogos y otros que quieren hacer uso de los aviones no tripulados en su trabajo diario.
Buck McKeon
Cuando Buck McKeon era un niño en California, sus padres vendían carne en un camión de pescado de segunda mano. Más tarde, cuando abrieron Howard and Phil's Western Wear, McKeon comenzó a trabajar en el negocio familiar. Fue a la Universidad Brigham Young a sus 40 años y se especializó en la cría de animales.
Desde sus primeros días en el Congreso, McKeon fue reconocido como alguien que trabajó duro para los empresarios. Jane Harman, un exmiembro del Congreso, lo presentó en un evento de 1993 como "alguien que me ayuda a salvar la industria aeroespacial en California".
Con los años, McKeon ha visitado las instalaciones de Northrop Grumman en Palmdale, California, y las de otros fabricantes de aviones no tripulados en su distrito.
En 2001, McKeon hizo un recorrido en una feria cerca del Capitolio de Estados Unidos. Admiró el Pegasus, hecho por Northrop Grumman, y le dijo a Helicopter News (Noticias Helicóptero) que estaba impresionado con su relación "costo-efectividad".
Un ejecutivo de una compañía llamada Textron, que hace sistemas no tripulados, comenzó a financiar la campaña de McKeon ese mismo año. Un año después, según Aerospace Daily, McKeon comenzó a pedir a los jefes de los servicios militares emitir un informe sobre los planes futuros para el sector de los drones.
McKeon continuó durante la década posterior presionando para que fluyera dinero federal para los drones y viajó a Turquía, Kuwait y otros países para conversar con los funcionarios acerca de los aviones no tripulados.
Buck McKeon es "el más firme defensor del poder militar", apunta Thomas Donnelly, director en el American Enterprise Institute. Para él, McKeon tiene unos modales "caballerosos".
"No es el tipo de persona que aparecería en el noticiero, arremetiendo contra la oposición", dice Donnelly.
"Es muy afable y respetado", dice Mackenzie Eaglen, investigador de la Heritage Foundation, un centro de investigación conservador, en Washington DC.
Pero Winslow Wheeler, del la organización independiente Proyecto de Vigilancia al Gobierno que investiga la corrupción y malas conductas de los políticos, provocativamente argumenta que el juicio de McKeon está nublado por una falta de conocimiento. "Él apenas lee el material que le ha preparado su personal", afirma y agrega: "Es espectacular que la poca idea que tiene de estudiar seriamente el tema de los drones".
Entre la industria y la política
Los críticos dicen que la frontera entre el gobierno y la industria se ve borrosa. Los ejecutivos de las empresas, la AAI Sistemas Aéreos No Tripulados, estuvieron involucrados en la formación del grupo de presión Congressional Unmanned Systems Caucus (Asamblea del Congreso para Sistemas No Tripulados).
"Fuimos los pioneros del comité de los drones", dice el vicepresidente senior de la AAI, Steven Reid. Muchos de los contratistas de defensa pertenecen a Arlington, Asociación Internacional Para los Sistemas de Vehículos No Tripulados (AUVSI, en sus siglas en inglés) con sede en Virginia.
Existen varios vínculos públicos obvios entre la industria de los drones y la política en Estados Unidos.
El grupo legislativo Congressional Unmanned Systems Caucus publica fotografías de carteles de la Asociación Internacional Para los Sistemas de Vehículos No Tripulados (AUVSI) en su página web y se hace eco de sus palabras en los comunicados de prensa.
En julio de 2012, Michael Toscano, presidente del grupo, dijo: "Las aeronaves no tripuladas amplían el potencial humano". Días más tarde, el comité emitió un comunicado de prensa sobre drones, describiendo su "potencial de ahorrar tiempo, dinero y vidas mediante la ampliación del alcance humano".
Además, se dice que las personas que trabajan para el grupo de presión han escrito un artículo de la legislación de la FAA de 2012, lo que aceleraría el proceso de integración de aviones no tripulados en el espacio aéreo civil.
"La industria estaba presumiendo de ello", dice Amie Stepanovich, abogada para el Electronic Privacy Information Center.
De acuerdo con una presentación de diapositivas en un evento de 2011 en Dakota del Norte, Toscano hizo referencia a los artículos del proyecto de controlan los sistemas aéreos no tripulados.
"Los únicos cambios realizados en las secciones de la ley de la Cámara de la FAA sobre los sistemas aéreos no tripulados se hicieron a solicitud de la AUVSI. Nuestras sugerencias a menudo se tomaron palabra por palabra".
Ben Gielow, gerente de relaciones gubernamentales de la Asociación Internacional para Sistemas de Vehículos No Tripulados, dijo más tarde que los miembros de la asociación no dictaron la ley.
"No somos los miembros del Congreso", aseguró Gielow . "No conseguimos necesariamente que nuestras propuestas se conviertan en ley". Sin embargo, Gielow reconoció que estuvieron involucrados: "Como grupo de defensa de la industria, hemos hecho sugerencias, y fueron incorporadas en el proyecto de ley".
Sarah Binder, miembro senior de la Brookings Institution, dice que "la pregunta es, ¿pasará la prueba de cómo pensamos que se debe hacer política?".
Y continúa: "Una persona normal se preguntaría: ¿Son éstas decisiones que se harían en ausencia de la presión ejercida por la industria de defensa?".
Gary Bass, fundador de OMB Watch, que más tarde se conoció como Centro para el Gobierno Eficaz (y que ya no está con la organización), explica: "Usted hace que el dinero llegue a los contratistas principales en su distrito".
"En el caso de los aviones no tripulados, la pregunta '¿Es esto lo más inteligente?' puede ser secundario".
McKeon es una de las personas que están detrás del crecimiento de la industria de aviones no tripulados, y el dinero le llega a él por ese motivo. Con el apoyo de la industria, se ha convertido en un político influyente en Washington y, de esta manera, es más capaz de ayudarles a obtener financiación para sus drones.
"McKeon está fomentando los negocios como de costumbre", dice Winslow Wheeler, "es un burócrata en un sistema que no funciona".